México está en el top 10 mundial en producción de carne de ave y huevo. Los índices de producción y consumo de la industria avícola son satisfactorios, pero tienen un gran potencial de crecimiento.

Cuando llega la hora del desayuno en México, además de pensar en tamales, chilaquiles o pan dulce, nos vamos a la opción más común: los huevos; ya sean revueltos, cocidos, estrellados o tiernos (o más elaborados, como los motuleños o benedictinos). Esto no es una sorpresa, pues son la proteína animal menos cara y más consumida (aunque recientemente el precio o ido en aumento, pero la demanda continúa). La carne de pollo también ha presentado números positivos, por lo que la demanda nacional puede ser cubierta sin ningún problema.

La industria avícola en México

Según Víctor Villalobos, durante el 54 Congreso Nacional de Avicultura, los índices de producción y consumo que registra la industria son satisfactorios, pero con potencial de seguir creciendo.

Sobre la carne de pollo

• Somos el sexto lugar en producción de carne de ave a nivel mundial (con un promedio de 3.2 millones de toneladas)
• El consumo nacional per cápita es de 28 kg, aproximadamente
• Su producción representa el 48% de la producción total de proteína animal en el país.
• En 2018, la producción creció 2.5% (alcanzando máximo histórico con 3.34 millones de toneladas).
• En ese mismo año, los estados con mayor producción fueron: Aguascalientes, Durango y Guanajuato

Sobre el huevo

• Somos el cuarto productor de huevo a nivel mundial (con 2.7 millones de toneladas anuales)
• Somos el país consumidor número 1
• Comemos 22.3 kilos per cápita al año*, aproximadamente (se espera que este número aumente)
• En 2018, los estados con mayor producción fueron: Guanajuato, Durango y Coahuila

Con base en datos informados por el secretario de la Sader, Víctor Villalobos, y datos en la página web de la UNA (Unión Nacional de Avicultores)

* De acuerdo a Ezequiel Sánchez Ramírez, académico de la CEIEPAv (Centro de Enseñanza, Investigación y Extensión en Producción Avícola, de la UNAM).

El objetivo

A través de la mejora y eficiencia de bienes públicos, como la sanidad, las tecnologías de la información y la comunicación, se busca fortalecer a la industria para poder llegar a una autosuficiencia y tener la oportunidad de apertura en nuevos mercados.

La meta del gobierno de México es justo la autosuficiencia alimentaria del país, principalmente de granos básicos (como lo vimos en el tema de la protección del maíz en la entrada “Maíz: al rescate de la semilla de oro del campo mexicano”) para después alcanzarla en la carne de ave y huevo. Relacionado a este tema está la petición al gobierno mexicano, proveniente de la Comisión de Agricultura del Senado, de frenar las importaciones al país del pollo de Brasil y Estados Unidos; la justificación: la producción es suficiente para abastecer al mercado nacional.

La UNA tiene un plan de integración e Impulso del crecimiento de la avicultura con visión al año 2030, la cual contempla una alianza con las autoridades. El objetivo es consolidar a la industria como la actividad pecuaria más importante del país. De hecho, Senasica y la UNA firmaron, durante el Congreso, un convenio de concentración para robustecer la capacitación, el desarrollo en movilización nacional y comercio exterior.

El potencial

Además de la tirada de venta interna (cubrir la demanda de los mercados dentro del país que están consumiendo carne importada actualmente) y con la mira a largo plazo de un comercio exterior, también se abre la posibilidad de explorar otros usos del huevo, como los farmacéuticos.

De acuerdo con información de la periodista Verónica Martínez, hay muy pocas empresas de la industria avícola que han explorado distintos nichos fuera del “huevo para plato” (venta de huevo fresco). Una de ellas es Avícola Alpes, quienes usan al huevo para la producción de vacunas pecuarias con base en la yema. Las propiedades del huevo permiten desarrollar bactericidas para distintos usos: enjugues bucales o pasta dental, para quesos maduros y vinos. La cáscara absorbe metales pesados (demandado por la industria textil).

Hay muchas posibilidades de crecimiento para la industria avícola, no solo en números (que es importantísimo para todos los involucrados) sino también en aplicación.

Es un hecho que la tecnología siempre brindará posibilidades para todas las industrias. Para la agropecuaria no solo pensemos en la agricultura de precisión, sino también en todo lo que viene después de la cosecha (todo la producción y procesamiento de alimentos) y que puede ser de utilidad para otras industrias. Esto dará mayores oportunidades para que los productos se produzcan más y se diversifiquen sus mercados y usos en beneficio de todos los mexicanos involucrados en las cadenas de valor (como el caso de la flor de Cempasúchil que vimos recientemente en “China y la flor de Cempasúchil: el dominio perdido de México”).

En esta situación en que los productores mexicanos tendrían mayor oportunidad de llegar a nuevos mercados, una correcta comercialización es fundamental. Smattcom es la herramienta tecnológica que ayuda a este objetivo: una comercialización de productos agroalimentarios con precios justos. En la aplicación móvil de Smattcom puedes:

• Encontrar compradores, distribuidores y vendedores de diferentes productos del campo (frescos o procesados)
• Revisar el precio de diferentes productos en diversos mercados o zonas productivas (nacionales e internacionales), lo que te ayudará a una mejor toma de decisiones.
• Tener la posibilidad de llegar a nuevos mercados (nacionales o internacionales). De hecho, en este punto tenemos una gran oportunidad actualmente para los productores de huevo.

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