Las actividades relacionadas con la producción de alimentos se desarrollaban en un modelo lineal enfocado en el uso, transformación y desecho. Hoy se debe de tener un enfoque distinto.

Por muchas décadas las actividades económicas tuvieron un crecimiento sin precedentes, pero se contaba con una visión limitada sobre el uso o reuso de los recursos, lo que también representa hoy en día un modelo insostenible.

En la economía llamada lineal, las actividades productivas han generado degradación en los suelos, emisión de gases de efecto invernadero, contaminación del agua y deterioro del medio ambiente debido al inadecuado uso de los recursos;  según la FAO, se llega a desperdiciar aproximadamente el 30 % de la producción y los residuos orgánicos que pueden ser reciclados o compostados no llegan a ser valorizados.

Tal parece que la presencia de la pandemia por Covid-19 nos hizo reconocer la importancia del cuidado de  los ecosistemas naturales y la alimentación como una necesidad básica; es por ello que han surgido dilemas en cuanto a la provisión de alimentos, el acceso a estos,  la importancia de la producción agropecuaria y cómo es que las cadenas colaborativas agroalimentarias no se han visto tan afectadas por la pandemia.

En México en el sector agroalimentario se pueden observar a muchas empresas que comienzan a implementar la economía circular como parte de sus procesos productivos, la idea de tener una agricultura regenerativa tiene como objetivo revertir el cambio climático.

Algunos ejemplos de optimización de recursos son los siguientes:

1. Los restos vegetales siempre se reincorporan al suelo por lo que funcionan perfectamente en forma de composta.
2. Algunos residuos de productos agroalimentarios son buenos para la alimentación de los animales.
3. Se ha observado que la cáscara de trigo sarraceno o el salvado de algunos cereales que surgen de la fabricación de harina, sirven de relleno para cojines.
4. Los restos vegetales tales como paja de cereales, sarmientos de vid, frijoles,  y pimenteras pueden convertirse en cartón y papel, ya que se ha observado que los residuos de salvado junto con la celulosa se usan para la elaboración de este producto.
5. La redistribución de alimentos no consumidos en restaurantes, los cuales se pueden poner en contacto con asociaciones como Bancos de Alimentos de México.
6. La fibra de naranja textil procedente de cáscara de naranja, la cual se utiliza para elaborar telas como el rayón y la viscosa para la moda sostenible, etc.

La estrategia de la economía circular es dar mayor énfasis a la economía sin desechos, manteniendo los productos y materiales en uso de tal manera que se sigan regenerando los sistemas naturales, sin contaminación.

Además se replantean los conceptos de derechos humanos y sustentabilidad, crecimiento económico y economía regenerativa sin huella ecológica; es decir, beneficios que hacen posible nuevos modelos de negocio como la gestión de desechos orgánicos o prácticas que lleguen a conservación de los suelos para fortalecer la plantas de las plagas y enfermedades y tener así una producción de alimentos con mejor contenido de micronutrientes.

En conclusión podemos vislumbrar un escenario en el que el sector agro está saliendo adelante con este tipo de acciones, es por ello que las cadenas colaborativas agroalimentarias no han sido afectadas del todo; ya que las nuevas tecnologías y redes de cooperación se basan en necesidades y en la colaboración entre personas y organizaciones. Smattcom, comprometido con este enfoque, es una cadena colaborativa en la que compradores y vendedores pueden comercializar de forma segura con más de 40,000 usuarios verificados y con Ezkommerce los usuarios pueden utilizar servicios de comercio seguro para garantizar el pago y entrega de sus productos, así como verificadores de mercancía, transporte terrestre, verificadores de productos y más.

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