El Consejo Nacional Agropecuario (CNA) hizo un llamado a revisar toda la cadena de suministro de alimentos en México, desde la producción hasta la comercialización de alimentos, ya que los precios se multiplican varias veces en el proceso, pues hay una diferencia sustancial entre lo que se paga al productor y el precio al que llega al consumidor final.

Por ejemplo, el jitomate saladette, que el pasado 23 de septiembre se pagó a los productores a razón de 6.3 pesos por kilogramo, para venderse al consumidor a un precio promedio de 27.4 pesos, lo que implica un margen de comercialización de 333 %, de acuerdo con cifras del Grupo de Consultores de Mercados Agrícolas.

Destaca también el caso de la cebolla blanca –uno de los artículos de mayor encarecimiento anual de acuerdo con cifras del Inegi– que se pagó a los productores a razón de 13.3 pesos por kilogramos, pero llegó a manos de los consumidores a un precio de 52.8 pesos por kilogramo, es decir 299 % más cara. De igual forma, destacan los márgenes de comercialización de productos como el plátano tabasco (+313 %), la papa blanca (+226%) o el aguacate (+182 %).

Ante esta situación, el CNA pidió que la Secretaría de Economía y PROFECO revisen toda la cadena de suministro para poder alcanzar los objetivos del PACIC, ya que la inflación en el país tiene que ver con el cambio climático, la sequía y malas cosechas en algunas regiones; la guerra en Ucrania, y la pandemia.

En México, el sector agroalimentario ha sido el más afectado por el alza de precios en fertilizantes, granos, materias primas e insumos, costos de logística, estacionalidad de la producción y gastos de seguridad, “por lo cual los productores de este país se han encontrado con una situación muy compleja”.

Mantener la presión únicamente sobre el sector agroalimentario, pone en riesgo la oferta, lo que llevaría a un mayor incremento en los precios y un problema de inseguridad alimentaria y desabasto en todo el país, sostuvo Juan Cortina Gallardo, presidente del CNA.

En ese sentido, dijo, que corresponde a la Secretaría de Economía y a la Profeco, revisar toda la cadena de suministro, desde proveedores de insumos y servicios, producción primaria, agroindustrial, logística, distribución y comercialización; para identificar áreas donde se puedan crear eficiencias en los costos y así́ poder ofrecer alimentos a precios más accesibles.

Otro factor que provoca las variaciones tan altas en los precios de productos agroalimentarios, es la mala distribución al momento de comercializar. Pues, no todos los compradores y vendedores alcanzan a identificar las zonas productivas o mercardos más cercanos y con ello, los mejores precios.

Para alcanzar precios justos en alimentos se requiere de identificar las oportunidades de precios, así como las necesidades de los clientes y proveedores, y poder comercializar de forma directa con una distribución de alimentos más equilibrada. Smattcom viene a hacer frente a este desafío para ayudar a conectar directamente con productores y mayoristas.

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