El fenómeno meteorológico golpeó estados de producción agrícola importantes con lluvias intensas y vientos con racha de 120 a 150 Km/h como fue Baja California Sur, Sonora, Sinaloa y Nayarit, además, de lluvias “muy fuertes” en Chihuahua, Durango, Zacatecas, Aguascalientes, Guanajuato, Jalisco, Colima y Michoacán, lo cual dejó una enorme devastación en el sector agrícola y comercial, afectando no solo a productores, sino  también a la distribución de alimentos que se  enfrentará a un periodo de desabasto y alteraciones en precios de alimentos.

Los huracanes son en su mayoría un desastre meteorológico con un gran impacto económico, ya que provocan diferentes afectaciones en la agricultura y la producción de alimentos, así como en las calidades de los productos disponibles, mermas, complicaciones para la distribución, alzas y bajas de precios y con ello, la economía de todos en general.

A continuación, mencionaremos algunas problemáticas con las cuales las personas que viven del campo pueden llegar a enfrentarse:

Destrucción de cultivos y daño a la infraestructura agrícola: Los vientos fuertes y las lluvias intensas pueden dañar o destruir cultivos, especialmente los que están cerca de la cosecha. Además, las inundaciones pueden erosionar el suelo y dañar la infraestructura agrícola, como sistemas de riego, almacenes y caminos.

Retraso en la siembra y la cosecha: Las condiciones climáticas adversas antes o después del paso de un huracán pueden retrasar las actividades de siembra y cosecha. Esto puede afectar la producción y la disponibilidad de alimentos en el corto y largo plazo.

Daño a la calidad de los productos: Las lluvias intensas pueden dañar la calidad de los productos agrícolas al propiciar la aparición de hongos y enfermedades, así como la pérdida de nutrientes, lo que puede provocar perdidas y mermas enormes.

Aumento de los precios de los productos: Si un huracán afecta una región importante de producción agrícola, la disminución de la oferta puede llevar a un aumento en los precios de los productos agroalimentarios causada por la escasez de diferentes productos y la alta demanda.

Impacto en la infraestructura de distribución: Las carreteras y vías de transporte pueden verse afectadas por el paso del huracán ya sea por daños a caminos y autopistas, así como cierres en diferentes rutas, lo que dificulta la distribución eficiente de los productos agrícolas a los mercados de diferentes partes del país.

Para combatir estos problemas se sugiere a los productores tener una planificación y preparación estratégica, deben estar al tanto de las predicciones climáticas y los avisos de huracanes para poder prepararse con anticipación. Esto puede incluir asegurar los cultivos, reforzar las estructuras agrícolas y tomar medidas para reducir el impacto del viento, la lluvia y el paso del agua.

Hacia la fuerza de distribución y logística, también se recomienda la “Diversificación”, la cual consiste en buscar otros canales de comercio y no depender solo de una vía. ¿Cómo poder contrarrestar el impacto del desabasto?

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