Pese a que los países firmantes de T-MEC se encuentran en vilo debido a la incertidumbre general que el cierre parcial del gobierno de los Estados Unidos genera, el tratado sigue presentándose como una oportunidad para la economía de sus partes. Esto es sobre todo cierto al tocar el tema de la PyMEs, las cuales fueron consideradas en el cuerpo de T-MEC, a diferencia de lo que sucediera en 1994 con su antecesor, el TLCAN. En una conferencia organizada por la Secretaría de Fomento Económico y Trabajo (Sefoet) y dirigida a empresarios de Yucatán, Salvador Behar Lavalle, jefe negociador adjunto para la Modernización del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, afirmó que las PyMEs podrían incorporarse a las cadenas de valor de las grandes compañías, gracias a la redacción y a los acuerdos alcanzados durante la firma del T-MEC.

En concreto, lo que mencionó sobre la incorporación de las PyMEs en T-MEC fue que “lo que se buscó es insertar a las PyMEs en las cadenas de valor y eso es a través, precisamente, de esa innovación: impulsar a ese emprendedor mexicano que tenga esa chispa para aportarle algo a la economía y que pueda, también, traer un componente de responsabilidad social, para beneficiar a la comunidad aledaña”. De acuerdo con Behar Lavalle, lo que las PyMEs deben hacer para poder aprovechar T-MEC e incorporarse al mercado internacional como parte de la cadena de valor de alguna compañía de mayor tamaño es “leer los compromisos, tratar de entender cuáles son los alcances del tratado para cada sector. Habrá PyMEs que tengan que ver no sólo con los compromisos en materia de PyMEs, agropecuario, manufactura o servicios. Entonces, cada una, dependiendo de su especialidad, tendrá que saber qué otras áreas del tratado le competen”. De esta manera, T-MEC se muestra como una ventana de oportunidad para los productores, sin importar su tamaño, para poder acelerar y crecer sus negocios y, de esta manera, aportar a la balanza comercial con Estados Unidos y Canadá al participar del comercio exterior. Esto será en especial benéfico para los productores agrícolas, quienes encontrarán nuevas maneras de comercializar y hacer llegar productos del campo mexicano a los estantes de otros países, una actividad que genera gran derrama debido a la demanda creciente de los últimos años.

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